POR QUÉ LOS DECRETOS SE REPITEN TRES VECES
Maestro Ascendido PABLO EL VENECIANO
Amados co-trabajadores en la Causa del Amor a la Liberación:
Como este número de nuestro
Diario (del Puente a la Libertad) está dedicado al reconocimiento agradecido y bendición del Tercer Rayo,
y que de tiempo en tiempo nuestros amables lectores nos han preguntado por qué
repetimos nuestros decretos tres veces (siempre que es posible) cada vez que
los hacemos, ofrecemos a continuación las siguientes razones buenas y lógicas
para esta práctica:
1.-Así como en el mundo ortodoxo
rezan en la triple actividad de la Deidad, "en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo", asimismo nosotros hacemos nuestros decretos
al menos tres veces, en el nombre y autoridad del Amor, de la Sabiduría y del
Poder, que es la triple actividad del Altísimo.
2.- La repetición del decreto al
menos tres veces por el ser externo (v.g. personalidad) de un individuo indica
que la conciencia externa del ser físico, la conciencia del Santo Ser Crístico
(del cual el amado Jesús habló en términos de "el Mediador entre Dios y el
hombre") y la omnipresente, omnipotente y omnisciente Conciencia del Ser
Divino (la Presencia I AM) están aliadas, y de acuerdo en producir la misma manifestación.
"La unión hace la fuerza".
Cuando se produce tal cooperación
amorosa, esto significa que la personalidad se ha despertado espiritualmente lo
suficiente para realizar y aceptar conscientemente la Verdad de que la vida de
la personalidad es Dios-en-acción y, por tanto, es una parte muy real de la
triple Naturaleza de Dios. Significa que la luz (el bien) de la personalidad (o
ser externo) reconoce e invoca a la acción el mayor Amor Divino y Sabiduría de
su propia corriente de vida, y la Ley de la Vida. Cuando la conciencia inferior
invoca a la mayor para la ayuda que sea, la conciencia mayor SIEMPRE
RESPONDE.... ¡al instante!
3.- Es Ley que, a fin de traer a
la manifestación externa aquí en el mundo de apariencias físicas aquello por lo
cual invocamos, el ser externo del individuo (o grupo) que desea tal
manifestación debe descargar desde esta octava de expresión al menos un tercio
de la energía requerida en los Niveles Internos de conciencia para producir
dicha manifestación. Los otros dos tercios de la energía requerida para tal
producción serán suministrados por la Hueste Ascendida. En vista de que el
individuo promedio no descarga una gran cantidad de energía a través de su
propio pensamiento, sentimiento y palabra hablada cuando hace un decreto, el
repetir su decreto tres veces lo ayuda a reunir más rápidamente la energía
necesaria que se necesita para la manifestación.
4.- Aún otra razón para repetir
los decretos al menos tres veces cada vez, es que, de esta manera, los decretos
realmente ayudan a convencer a su personalidad de las verdades que está
proclamando, al escuchar esos decretos repetidos - ya sea por sí mismo, o por
otros en el grupo. Esta es una razón de la tremenda oportunidad, así como
también de la eficacia del decreto grupal. El ser externo obtiene un
sentimiento de confianza cuando ve y oye a otros ocupados en actividades
similares a las propias. Si un individuo no tiene al principio mucha fe en sus
decretos (aunque los esté haciendo solo), en la repetición de los mismos con
sinceridad se encontrará comenzando a creer en su decreto, o afirmación de
Verdad (prescindiendo de toda apariencia). Luego, si permanece en ello lo
suficiente, finalmente aceptará conscientemente esa Verdad con todo su corazón,
y estará plenamente convencido de su realidad. Entonces, su manifestación
(decreto realizado) vendrá a ser aquí. »Conforme a vuestra fe os será hecho» [Mt
9:29]
5.- Al repetir un decreto
(afirmación o aseveración de la Verdad) se construye un pensamiento-forma bueno
y fuerte, capa tras capa, por así decirlo. Cada vez que se emite el decreto, se
crea un pensamiento-forma en la atmósfera. En vista de que "cada cual
atrae su igual", cada una de estas formas atraerá la próxima a ella al
tiempo que el mismo patrón es repetido una y otra vez. Al principio, el
pensamiento-forma es más bien vaporoso, pero a medida que capa tras capa de
sustancia (energía descargada por el individuo en el decreto) es calificada con
el mismo patrón y añadida a la original, esa forma se hace cada vez más fuerte
y definitiva, y se convierte en el "cáliz" dentro del cual se vierte
el sentimiento de fe y aceptación de los decretos. Se convierte entonces en
algo viviente y, en obediencia a la palabra hablada (con la autoridad de la
Presencia I AM), esa forma sale a la manifestación externa. Es que todo procede
de lo invisible, a lo visible. Todo comienza desde EL UNO. Los grandes
arrecifes de coral en algunos sitios de nuestros océanos se forman partiendo de
los diminutos esqueletos de esas pequeñas criaturas marinas cuyas conchas
descartadas denominamos "coral". Cuando la vida dentro de esa concha
está a punto de morir, usualmente descansa sobre otra concha de su clase y,
así, millones y millones de tales conchas diminutas se combinan para conformar
una isla habitable en la cual algunos seres humanos pueden vivir (¡y viven!).
¡Recuerda! La actividad de
decretar por cuenta propia y con otras personas es un tremendo privilegio del
misericordioso amor de Dios. Debería ser siempre una actividad de lo más jubilosa,
y nunca debe considerarse esforzada, o "trabajo" de ningún tipo. Esta
actividad permite que las promesas de Dios sean realizadas, ya que está de acuerdo
con Su gran Ley: "Decretad algo, y esto se hará para vosotros",
"Invocadme, y Yo os responderé". La gratitud por tal oportunidad constituye
la puerta abierta a cada vez más bendiciones en vuestra vida diaria.
Maestro
Ascendido Pablo El Veneciano. "Diario del
Puente a la Libertad”